Sanar está más allá de un simple sanarEn artículos anteriores había escrito sobre cómo es que Jesús de Nazaret lograba realizar curaciones que incluso en los días de hoy, parecen hechos increíbles. Sin embargo, hoy en este artículo vamos a revelar la verdad absoluta sobre este tema en cuestión.
Para poder entender este tema hay que comenzar por lo que se conoce como la tríada infernal o luciferina, esta es a saber: Opresor ➥ Víctima ➥ Salvador. Esto quiere decir que cuando existe el opresor o depredador, siempre va a existir una víctima en situaciones opresoras o depredadoras, y por ende se estaría añorando de forma urgente un salvador. En el caso de las religiones y diversas creencias socio culturales, esta triada luciferina ha sido pan de cada día y hoy en la actualidad no es diferente. A partir de ahí, el servicio al prójimo se transformo en una esclavitud oficial haciendo que los salvadores fomentaran el principio luciferino y por ende creando más victimas en el sistema. Estas víctimas, valga la redundancia, para liberarse del dolor y el sufrimiento impuesto por los opresores, han acudido a miles de trucos y fórmulas por doquier. Desde la oración, hasta los milagros y porque no, el venderle el alma al diablo, y más de un ritual mágico para salvarse de las garras de satanás. ¿Por qué las personas en calidad de víctima acuden a estas maniobras y a sus salvadores? Porque se encuentran en estado de dualidad. O sea, ellas creen que existe un otro que los puede salvar; ya sea un terapeuta, psicoterapeuta, psicólogo, psiquiatra, sacerdote, médico, gobernante, político empresario, extraterrestre, canalizador y hasta el mismísimo histórico Jesús. Si las personas vivieran en unidad no enfermarían, no pasarían hambre, dolor o sufrimiento. Pero como no es así, ellas necesitan de alguien que las salve. El tema es que nadie puede salvar al otro, solo te puedes salvar a ti mismo (a). Esta cruda realidad, de la tríada infernal, la han fomentado los señores Arcontes con todas las de la ley por miles de años. Entonces, en el caso de Jesús, él JAMÁS sanó a ninguna persona. La pura verdad es que cada persona que acudió a él se sanó a sí misma y cada persona que era llevada ante él para ser sanada, se curaba a sí misma. Él nunca curó a nadie y jamás lo va a hacer. Por eso es que Jesús más de una vez lo dijo, por tu fe te has curado. Pero Jesús no se refería a la fe en él, no para nada, si no la fe en sí mismos, en su propio poder como Absoluto y luminoso que somos. Porque ustedes son El Absoluto, solo que no lo recuerdan. Hace 320.000 años los Arcontes encerraron a este hermoso planeta y a partir de ese momento sus habitantes fueron desconectados de la fuente (luz vibral, luz divina, blanco blanco), olvidándose de la misma. Pero a partir de 1984 esta luz se ha dejado caer sobre la superficie de este planeta y con mayor intensidad a medida que van pasando los años. Pero por causa de la resistencia del ego de muchos aun todavía, se genera un caos (la luz jamás generaría ningún caos). Cuando oras, cuando le pides a un santo, cuando haces un ritual, cuando solo quieres escuchar lo que quieres escuchar tú te sanas, pero no porque la oración, o el santo te haya sanado, sino porque tú eres la causante de tu sanación y en algunos casos de la completa curación de tu cuerpo físico. Y no estoy diciendo que no vayas al médico, a no ser que hayas llegado al nivel de sanarte a ti misma o al nivel de nunca más enfermar (para llegar a este nivel se requiere completo abandono del personaje-ego, el cual requiere una estricta práctica y dedicación, más la guía idónea de un maestro auténticamente iluminado). Bueno, al menos ya sabes la verdad de que Jesús El Cristo, NUNCA sano o curó a nadie, fueron las mismas personas que se curaron y sanaron a sí mismas. Las personas en extremo, creyentes jamás aceptarán esta realidad, ellas prefieren ser víctimas y seguir esperando un salvador, sea quien sea. En mi caso, yo jamás he sanado y jamás voy a sanar, tampoco soy un terapeuta. La verdad es que no soy nadie y esto me deja en total libertad. Con mi pequeño grano de arena, yo simplemente guió a otros para que se sanen a sí mismos y dejen de ser víctimas y se conviertan en salvadores de sí mismos, ahora y siempre, gracias a la unidad. Misael Godoy Booth. Nota: es importante aclarar que todo lo que le ha sucedido a usted y le sigue sucediendo, sea malo o bueno (lenguaje dual, dos), usted lo ha creado. Usted es el creador o la creadora de todo lo que le ha pasado y le está pasando. Por tal motivo, si usted se encuentra en calidad de víctima puede dejar de serlo. Si se cree un salvador, puede abandonar ese rol y si es un opresor, la misma cosa. Entonces, no culpes a los demás por su desgracia. Hágase cargo y comience su transformación hacia la unidad, y la vida le sonreirá. Si a pesar de haber leído esta nota no desea cambiar, aun así, se le respetará o bien quiere decir que no es su momento de entrar en la unidad.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Autor:
|