La gran mentira

Una mentira de comienzo a fin

​Tomemos el ejemplo de una persona que se encuentra sobre el laberinto sagrado de Myriam (María Magdalena), esta comienza a caminar siguiendo las líneas que conforman este laberinto.  La persona en cuestión se siente atraída por este laberinto, puede que en ese momento ella esté experimentando una aparente felicidad, o mucha emoción como si fuera una niña o un niño.  Sin embargo, después de llevar a cabo esta especie de ritual/jugarreta, esta persona vuelve a la normalidad como todo el mundo y sigue experimentando el mismo sufrimiento de siempre. Tal laberinto no le ha ayudado en nada, ella solo fue víctima de la oscuridad como muchas personas que son atraídas y distraídas de la verdad por cosas como estas.
 
Vayamos a otros ejemplos, otra persona estudia reiki, llega a la maestría y con el paso del tiempo se da cuenta que todo es una farsa y que esto del reiki es otra mentira más como muchas de las que existen.
 
Otro individuo estudia psicología, termina su carrera y está altamente motivado por comenzar a trabajar y atender a sus primeros pacientes.  Sin embargo, al pasar de los años este psicólogo se da cuenta que jamás se trató y sus traumas, depresión, y problemas psicológicos tapados por un gran y soberbio ego, han catapultado la posibilidad de ser verdaderamente libre y feliz, y solo cuando llega a su terrible vejez se da cuenta que tales estudios fueron un simple engaño.
 
Otro personaje es un canalizador, y ha hecho muchas canalizaciones. Pero con el paso del tiempo se da cuenta que todos los seres y entidades que él ha canalizado fueron y son solo una ilusión y que la verdad no depende de un Ser, espíritu o entidad alguna.  Es más, este canalizador se da cuenta de que cuando está canalizando, él está realmente teatralizando porque al fin y al cabo es él mismo el que está creando toda esa parodia de entes por doquier. Este personaje canalizador se da cuenta de que todo eso no es más que ilusión, o sea, un sueño creado por él mismo (a), en todo el sentido de la palabra.
 
Así podemos seguir dando muchos ejemplos más sobre cómo a través de distintas vertientes tanto espirituales, religiosas, energéticas, sanadoras, terapéuticas y un sin fin, han falseado la auténtica espiritualidad manteniendo distraídas a las personas mientras la oscuridad les drena la energía. Esto se conoce como la famosa Triada Luciferina: “El opresor, La víctima y El salvador” y mientras esta triada siga cumpliendo su cometido, las personas en general seguirán siendo ganado para todos esos entes oscuros que han inventado a través de los egos de todas esas personas, todos esos métodos, técnicas, sistemas, enseñanzas, terapias y tantas otras cosas efímeras.
 
Eso sí, no culpemos a la oscuridad y al ego de cada individuo de todas estas falacias.  La persona en sí, también pasa a ser cómplice de su propio ego y cosas como estas no solo se dan en temas espirituales, se dan en el área de la salud, el deporte, la educación y sin ir más lejos, en la política. Un claro ejemplo es el caso de las personas que eligieron a Biden, todo el mundo sabe que él es un pedófilo o tiene fuertes inclinaciones hacia los niños.  Sin embargo, claramente a quienes lo eligieron no les interesan los niños. Y este vendría siendo un resultado altamente egocentrista porque esas personas solo están pensando en sí mismas, no en los inocentes niños (en este caso no hay que ser tan espiritualista para saber que es malo y que es bueno). ¿Y qué lleva a las personas a elegir a una persona como Biden? ¡El egocentrismo!… ¿Qué más podría ser? Tampoco quiero decir que estoy a favor de Donald Trump, ya que este no es más que otro títere de la oscuridad con distintas estrategias (¡no porque la comida se vea mejor presentada carece de veneno!). Cualquiera de estos dos personajes, el “malo” y el “bueno”, ambos solo te quieren alejar de la verdad.
 
Entonces, a través de este egocentrismo algunas de estas personas siguen oprimiendo y dañando a los que son víctimas y estas últimas buscan con desesperación a un salvador, de esta manera continúan perpetuando la triada luciferina. He aquí la gran mentira que te han vendido por miles de años.  La oscuridad te embota la mente con contenido basado en temor, miedos y cientos de sensaciones para nada buenas y que los salvadores están a la vuelta de la esquina, como un Ramtha, Kryon, maestros ascendidos rubios y bonachones, terapeutas, psicólogos, psiquiatras, sanadores, canalizadores, ancianos, inclusive a María Magdalena que la pintan como sacerdotisa cuando en verdad es solo otra historia New Age, Ufólogos, Chamanes, brujas, Magos de colores, Yoguis y tantos más.
 
Todos ellos han compartido, ampliado y creado nuevas tendencias con nuevas técnicas que perpetúan la ilusión y la falsedad o sea la “Gran Mentira”.
 
Misael Godoy Booth.