El trabajo espiritual

El trabajo espiritual va más allá de un simple trabajo

La espiritualidad hay que trabajarla ya que son muchas las personas que creen que por el hecho de “meditar” durante una hora de vez en cuando y de cuando en ves, ya estarían listos en pleno Samadhi. Esa no es la realidad. Primero que todo hay que invertir tiempo, algo de dinero y estar predispuestos a trabajar día a día en cultivar tu auténtica espiritualidad, no cuando sea urgentemente necesario, por jovi o por mera curiosidad. De esta forma no vas a lograr nada, solo entretención efímera y pasajera. Esto hará que sigas creyendo en el imaginario personaje que al expresarse a veces arrasa con todo y te trae más imaginario sufrimiento.
 
Si deseas vivir en plenitud has de trabajar.  Me dirás, bueno ¿no se supone que tengo que dejar de hacer, no esforzarme, no trabajar para iluminarme espiritualmente?
 
Es verdad basta con aceptar y dejarte cruzar, no hay nada más que hacer.  Pero el solo hecho de sentarte por una hora o más, corporalmente hablando, más la aceptación incluida y el dejarte cruzar, ya es hacer algo - es comenzar a hacer algo que si lo aplicas fehacientemente pero de forma relajada, te llevará al cielo.
 
No se trata de no hacer nada en el sentido de echarte en el sillón a ver tele y comer como un cerdo, significa ponerse en la actitud de sentarse y practicar la tranquilidad, y estar atento a ser y expresarte lo más calmo posible. Significa que hay que invertir en algo,sea tiempo, dedicación o lo que sea, justamente para lograr esa iluminación. Hablo de un estilo de vida, una completa dedicación de uno mismo para uno mismo.  Y de esta forma lograr ser plenos y a través de esta plenitud ser libres, dándonos cuenta que lo que hemos vivido es una ilusión.
 
Si encuentras a un buen guía tendrás que invertir para que ese guía te pueda ayudar, estaría bien porque tu cuerpo físico y el de tu guía más idóneo no va a vivir del aire. Pero hay personas que ni siquiera en eso piensan, lo desean todo gratis y más encima son mal agradecidas. No desean invertir en nada, incluso aunque fuera gratis, tampoco tienen la templanza y la disciplina para aplicar la tranquilidad como es debido.
 
Es lógico o quizás no tanto para quienes han visto de cerca el hecho de que hay iluminados que sin mover un dedo por así decirlo, han experimentado la auténtica iluminación. Estos casos son extraños y si se dan, es porque esas personas han sufrido mucho.  Y tal sufrimiento acumulado ha permitido que ese ilusorio Yo busqué la muerte de sí mismo una vez que se topa con la verdad, y luego muere o se disuelve en ella. Son casos muy lejanos, la mayoría de las personas han de aprender a trabajar en sí misma y consigo mismas para que la iluminación se manifieste.  Incluso en estos casos, la persona tendrá que seguir permitiendo la manifestación de lo que realmente es para que no vuelva a surgir el ego, hasta que esto sea completamente definitivo gracias al “hábito” natural de expresividad. Donde El Cristo o Absoluto encarnado como se denomina, reemplaza por siempre al caprichoso Yo del ego.
 
Por tal motivo, si deseas una mejor calidad de vida, juégatela, no pierdas tiempo en vanalidades y meras entretenciones.  La vida a nivel físico es corta y limitada.
 
Misael Godoy Booth.