Eleva tu Vibración

Cuando abrimos paso a la energía del Ser, todo se equilibra

La Práctica del Silencio refuerza la conexión con el Ser. La vibración del Ser es la más elevada de todas, es la pureza en sí misma, es por eso que cuando abrimos paso a su energía, todo nuestro ser se equilibra. Este equilibrio transforma nuestra energía y eleva nuestra vibración. Por lo tanto, una vibración elevada será sinónimo de una conexión estable con el Ser, el Todo, o como prefiráis llamarlo.

En el Antiguo Egipto, el Dios de los muertos, Anubis, en el Juicio de Osiris, pesaba el “Ib” o el corazón de aquella persona que moría. Lo ponía en una balanza, en el otro extremo de ésta se encontraba la pluma de Maat, símbolo de la Verdad y la Justicia Universal.

El corazón representaba la consciencia y la moralidad de la persona, la cual tenía que contestar a las preguntas que un jurado de dioses le hacía con respecto a sus conductas pasadas.  Estas respuestas hacían que el corazón fuera más pesado o más liviano.

Si el peso era el adecuado, Osiris dictaba una buena sentencia y el Ka (fuerza vital) y Ba (fuerza anímica o fuerza del alma) podían transformarse en el Aj (el ser benéfico) que estaba en condiciones de entrar al Paraíso.

Cuando se realiza la conexión con el Ser, se puede entrar al Paraíso estando en la Tierra. Es una entrada previa y distinta a la que sucede luego de la muerte corporal, pero era lo que el Maestro Jesús y muchos otros Iluminados han venido a compartir con los seres humanos.

Si ellos han estado aquí, viviendo vidas plenas (mas no exentas de sufrimiento), ha sido porque es posible que cada persona que decide desde su corazón Despertar, Despertará.

Es por eso que la liviandad se relaciona con la ascensión y cuando las almas son tan livianas como la pluma de Maat, entran en una sintonía energéticamente compatible con el Paraíso, el verdadero hogar, el lugar de donde se viene y al cual se volverá.

Cada conducta baja, agresiva y cargada de odio, es pesada, es densa. Todos sabemos notar la diferencia entre una persona “pesada” y una persona “liviana”, entre una persona “hiriente” y una persona “amorosa”. Debido a esto, la respuesta sobre las conductas pasadas alivianaba o ponía más pesado aquel corazón, porque la conducta es la realidad de la expresión del alma y no las palabras, sino la forma de actuar.

Entonces, al elevar tu vibración, aumentará tu Consciencia y serás mucho más libre para elegir hacia dónde dirigir tu existencia. Podrás disfrutar de tu crecimiento, comprender tu sufrimiento y atravesar en la Fuente Divina las tormentas, lo que hará mucho más difícil que te sientas solo.

Myriam Ávila  2008