El despertar espiritual se confunde con un riguroso perfeccionismoExiste una tremenda idealización con respecto al Despertar, es por esto que hacemos hincapié en que “estar Despierto no es ser perfecto”, sino que es estar Consciente del propio proceso de evolución y este proceso es infinito, por lo que no existe un final en el que podamos decir “Ya está, me he iluminado y ya soy un ser totalmente despierto”. No, el Despertar es Crecer y cada vez podemos crecer más. Lo que sucede es que podemos crecer de forma consciente o de forma inconsciente. Podemos estar involucrados con nuestro proceso o podemos dejar que este proceso se realice por sí mismo, pero tiende a ser más lento y a producir una mayor cuota de sufrimiento.
La Perfección tal como la concebimos, no existe, es un ideal humano. El proceso del Despertar tiene aspectos luminosos y oscuros, tal como los tiene la creación, tal como el día y la noche. Habrá momentos de mucha conexión espiritual y también habrá momentos de una aparente desconexión, que nos llevará por caminos desconocidos, para luego entrar con más fuerza en un nuevo Despertar. Hemos de aceptar mucho nuestras emociones, nuestros cuestionamientos y nuestra humanidad, ya que a través de esta aceptación logramos acceder a la profundidad del Ser, pero si no aceptamos la diversidad de expresiones que surgen del interior, comenzaremos a buscar un ideal, querremos convertirnos en un ser que posee todas las virtudes, en un gran Maestro, en un Avatar, en un Líder Espiritual, en un Maestro Ascendido y nos pondremos muchas etiquetas, en busca de poder, en busca de auto reconocimiento y seremos arrastrados por esa imagen de perfección, que descalifica las pasiones y las “imperfecciones” humanas. Incluso, podemos pensar que somos “los elegidos”, que seremos “los que se salven” y posiblemente juzguemos a todos aquellos que no sigan nuestros pasos, queriendo imponer nuestras ideas. Pero nuestro corazón seguirá vacío, seguiremos buscando algo, necesitando con sed conseguir algo, y esa búsqueda nos producirá desolación, ya que estaremos tratando de ser plenos cuando consigamos nuestro ideal. ¿Pero por qué no podemos estar llenos ahora mismo?. Cuando el proceso de crecimiento y de maduración interior se realiza con Consciencia y no con la consciencia habitual, que está perturbada por el pensamiento y alterada por las emociones permanentes, sino que con la Consciencia, en silencio y contemplación del propio movimiento interior y de las propias corrientes de energía, contemplaremos nuestra permanente expansión de consciencia, como verdaderas explosiones de luz y es así como podremos ver con “nuestros propios ojos” que somos la Fuente Universal expresándose de forma humana y nos haremos parte de esa experiencia, disfrutándola y dejándola ser porque sí, porque incluso el “por qué o el para qué” se volverán superfluos. También podremos captar esa sencillez del Ser, o del Yo Soy, del cual se habla en Metafísica, escrito con mayúsculas porque apunta a nuestra raíz, a nuestra materia prima. Y así como se percibe el poder de la luz, también se expresa el amor incondicional a todo ser y esto no nos deja entrar en luchas de poder o en conflictos de carácter muy emocional, sino que nos lleva a buscar la mayor armonía. Myriam Avila 2010
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