Jesús y su auténtica ascensiónEn estos últimos tiempos mucho se ha especulado sobre la ascensión del Maestro Jesús o mejor conocido como Jesucristo.
No es mucho lo que se sabe pero, a través de este pequeño artículo lo vamos a develar. En primer lugar, sea que Jesús haya sido crucificado o no, este no es el tema que nos compete a través de este artículo, si no que fue lo que pasó más adelante, o sea como ascendió. Primero que todo, la ascensión es un proceso técnico, y por así decirlo bastante natural, que las personas ignoran porque los Arcontes y sus secuaces como las religiones, y sus representantes han ocultado la verdad a toda costa. Entonces, cuando un individuo logra un estado de tal profundidad en su interior, el se da cuenta de lo que en verdad es y siempre ha sido. A partir de ahí, la luz vibral y el fuego ígneo disuelven armoniosamente el personaje/ego para que El Absoluto se revele; esto se conoce como Absoluto con cuerpo. A partir de este momento la transfiguración se manifiesta, lo que significa un exceso de luz vibral inundando el cuerpo. Desde el nivel atómico, el cuerpo físico se puede volver etérico, o sea al borde de la desaparición. Todo esto es la tan misteriosa ascensión que el Maestro Jesús, siendo un gran Siddha de esa época, logró, al igual que otros Siddhas como Ramalinga y Babaji. Según algunos evangelios apócrifos Jesús, después de vivir en medio oriente, se fue a oriente al gran país de la espiritualidad conocido como la India, y en ese país ascendería a la edad de 82 años. El Misterio del santo sudario de Turín Cuando un individuo está a punto de ascender y se cubre principalmente el rostro con algún trozo de tela, este material, de forma natural y producto de la radiación que proyecta el cuerpo del ascendido, puede quedar impregnado por la energía crística o vibral. Así fue como se creó el santo sudario. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que existen dos santos sudarios, uno es el original del Maestro, cuyo paradero es totalmente desconocido. El segundo sudario, el de Turín, es de otra persona completamente desconocida que data del año 1200, según los científicos. Es importante aclarar que existen muchos santos sudarios, pero muchos de ellos han permanecido ocultos por la Iglesia Católica. Misael Godoy Booth. Nota: Curiosamente, hace unos años conocí a un grupo de señoras mientras daba una charla acá en Santiago. Una de ellas nos comentó que había estado en Jerusalén y que personas que conocían del tema le comentaron que la Madre de Jesús no fue quien ascendió, sino su hijo, o sea Jesús. Y, que el cuerpo de esta mujer se encontraba en una de las tumbas de ese lugar en Jerusalén.
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Una gran aventuraUN VIAJERO pasó junto a un gran loto que crecía en una charca. Nunca antes había visto una flor de esa clase y, sorprendido por su belleza, se paró a admirarla. Observó que una rana y un pez nadaban en el agua justo debajo del loto. «¿Cuál es esa planta maravillosa que está encima de ti?», preguntó a la rana. «Bien —fue la respuesta—, ¿qué va a ser? No es nada especial, sólo una cosa ordinaria», y se alejó a cazar insectos. Decepcionado, el hombre habló al pez, que contestó: «¿No has oído lo que te ha dicho mi amiga la rana? Es sólo una cosa común, algo vulgar y corriente, nada especial». En ese momento, el caminante vio a una abeja que volaba suavemente hacia el loto. Trató de detenerla para averiguar algo más, pero la abeja le dejó con la palabra en la boca: «Ahora no tengo tiempo, espera un poco». Diciendo esto, el insecto se hundió en el corazón de la flor, bebiendo su néctar durante largo rato. Después, voló de nuevo sobre el hombre: «Ahora me puedes hablar». El viajero repitió la pregunta y añadió: «Dime, ¿qué has hecho ahí tanto tiempo?». «¿No lo sabes? —dijo la abeja alegremente—. Ésta es una flor maravillosa, llena de néctar delicioso que he estado bebiendo y que hace que ahora me sienta completamente revitalizada». Es posible vivir durante mucho tiempo cerca de sadhus y mahatmas, sabios y santos, sin ser capaz de reconocer su verdadera condición. Mientras que quien está interiormente preparado y listo para ese contacto puede llegar desde una gran distancia y en un minuto conocer lo grande y lo santo por lo que realmente son; depende de la capacidad de cada uno para penetrar en la esencia de las cosas.
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